Nuevamente estamos en presencia de una tremenda campaña mediática (nota del Diario Clarín de fecha 13-11-2011), que reitera hechos similares que afectan al mutualismo como institución y que tiene un trasfondo, por lo menos de intereses económicos y financieros concomitantes, por no citar connotaciones de otro carácter.
El origen de este ataque indiscriminado, responde a un plan concebido con el propósito de desprestigiar a las mutuales, para instalar en su lugar, a entidades financieras lucrativas, tentadas y objeto de la codicia por el mini-crédito a jubilados y pensionados.
Si bien es cierto que hemos visto el accionar de “pseudas–mutuales”, que sirven de pantalla a capitales especulativos de múltiples procedencias, que escudados en esa apócrifa denominación, nada tienen que ver con la doctrina y la historia de un movimiento social absolutamente solidario como es el mutualismo, no es menos cierto, que se pretende confundir a la opinión pública haciendo creer que el sistema en su conjunto, es perjudicial para los intereses de sus asociados, especialmente los jubilados y pensionados.
Por cada una de esas asociaciones ilícitas, tomadas como ejemplo indeseable, existen miles de mutuales en todo el país, algunas con actividad más que
centenaria, cubriendo requerimientos de comunidades en materia de salud, vivienda, capacitación, ayudas económicas, turismo, calidad de vida, pago de
complementos jubilatorios, etc. y de esto puede dar fe legal y pública el INAES, organismo encargado de la regulación, contralor y fomento del mutualismo nacional.
Se omite así deliberadamente, reconocer que los servicios y beneficios que las mutuales brindan a la comunidad, no le son proporcionados por ninguna otra empresa de índole lucrativa, ni tampoco por sí mismo el propio Estado que requiere de la participación de las asociaciones civiles como las mutuales (ver informe a la Naciones Unidas de la Comisión de la OIT y la OMS “Un piso de protección social para una globalización equitativa e inclusiva”).
En nuestro país, el contexto del mutualismo cuenta además del INAES, con una organización institucional organizada en entidades de primero, segundo y tercer grado (mutuales, federaciones y confederaciones), cuya misión y competencia es la representatividad, el fomento y la promoción del sistema, pero también, velar por el control y la normalidad del funcionamiento de las entidades mutuales registradas oficialmente y federadas.
En este contexto, encontraremos tanto a la expresión condenable de las pseudas–mutuales, como aquellas otras que vienen cumpliendo desde siempre, estrictamente, las regulaciones existentes para su desempeño, dentro de los principios rectores de las filosofía incuestionablemente solidaria que sustenta al mutualismo.
Esta Federación, entiende que es imperativo asumir la responsabilidad de coadyuvar con las autoridades del Gobierno en la tarea de distinguir, como en el refrán popular “entre la paja y el trigo”.
Por otra parte, sería muy bueno que los medios de comunicación pública, ocuparan alguno de sus espacios mencionando a mutuales que brindan sus servicios y beneficios, pensando en mejorar la calidad de vida de sus asociados y procurando siempre la transformación de la sociedad, teniendo como base a los conceptos de
equidad, igualdad de oportunidades e inclusión social.
Como Federación, nos vemos obligados a defender a nuestras instituciones que en forma legal brindan múltiples servicios a sus asociados.
JUAN CARLOS RODRÍGUEZ DARÍO MARTÍNEZ CORTI
Secretario Presidente
Federación de Entidades Mutuales de Buenos Aires – FEDEMBA, Noviembre 2011